lunes, 24 de marzo de 2008

Un hermoso poema centroamericano

MANAGUA

Yo le canto a la vida y al amor
y le canto a mi tierra
porque me gustas muchacha,
tierna, dulce, fresca.

Con los brazos abiertos me esperas
todos los días
porque te quiero muchacha
por eso te llevo dentro y te pienso
y te siento.

Me gusta tu calor, tu manera de ser
y sonreír, me gustan tus noches,
tus inviernos, tu silencio
y aún el éter que te envuelve.

Me gusta la vida cotidiana de estudiante,
el recorrer de tus calles,
los huecos del pavimento, los charcos
y el tráfico del medio día.

Tus mercados, tus mujeres
mis marchantas,
¿Qué vas a querer amorcito?

El tiste, el chingue, la cuajada,
los quesillos, tamal relleno y
el tibio perrerreque.

Los montados de Santo Domingo
los gofios de la Gritería,
los bailes de la Gigantona.

El Centro Comercial, los chavalos
cuida carros,
tu lenguaje y tus costumbres,
tus barrios marginados y sus
casas de ripio y de cartón,
tus niños descalzos y panzones.

Cómo no voy a quererte muchacha
y yo que tengo tanto y tanto
que darte.


Indiana Cardenal Caldera

lunes, 10 de marzo de 2008

Latinos: Millones de almas fundidas en una con color a tierra

Latinoamerica es un cordón, largo, diverso, multicolor y multiculturas, unido indivisiblemente por la misma lengua, interpretada en una infinidad de acentos. Pero somos los mismos, a final de cuentas...

Cuando tenemos oportunidad de observar el comportamiento humano, nos percatamos muy facilmente que, sin intención o motivo ulterior, estamos predispuestos a unirnos en manadas de iguales. De la misma manera en que los leones en África, los seres humanos buscamos a nuestros iguales. En un reciente evento al que pude asistir a un evento donde estaban personas de los cinco continentes y más que nunca me percaté de mis profundas raíces latinas y de nuestra naturaleza.

Somos tan parecidos, con nuestras realidades políticas, nuestros bagaje cultural y nuestra porción de ADNque nos hace únicos, pero parecidos. La comunidad latina atrae inevitablemente a todos, la mesa latina era la más divertida y risueña, libre de los restricciones de la etiqueta y guiados por el calor de la sangre, caótica y desordenada, pero una comunidad de almas que se convergen en una.

A la congregación latina se le unen siempre personas de todas nacionalidades y son recibidas con una sonrisa. Desde Argentina, hasta México, nos une la familiaridad, la calidez, el espíritu fiestero y el alma trovador. Amamos la música, la buena comida, la mofa, la ironía y el calor de un buen abrazo; la posibilidad de conocer a alguien y sentir que ya es parte de la familia, un amigo inolvidable, aunque sea sólo por ese momento y lugar.

La conclusión de mi experiencia: somos uno. Un ser separado en muchas nacionalidades, en infinidad de sistemas políticos e ideologías, 160 millones de alma fundida en una, que representa el color de la tierra que nos vio nacer.