viernes, 17 de octubre de 2008

Más gente con hambre

En el mundo hay 923 millones de personas con hambre. No con el hambre de algunas horas sin comida o de la simple gula que muchos experimentamos. Estas personas no prueban un bocada en días, son pobres, gente que vive por debajo de la línea de lo que sociedad considera humano, que no tiene servicios básicos, ni las condiciones básicas para salir adelante.

Conforme pasa el tiempo, la cantidad de pobres en el mundo no disminuye, por el contrario, según los datos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), existen hoy 75 millones de personas más con hambre que hace dos meses.
¿A que podemos atribuir este fenómeno? Los precios de los alimentos en la primera mitad del año ciertamente no contribuyeron, especialmente si consideramos que aquellos alimentos que experimentaron una mayor alza forman parte fundamental de la dieta de personas con bajos ingresos, arroz, maíz, frijoles. La crisis de EEUU que crea un efecto dominó en todo el mundo tampoco ayudó. Pero, la realidad es que poco están haciendo los gobiernos por luchar con la pandemia más grande del planeta. Las estrategias de los países que sufren más fuertemente esta crisis no giran alrededor de poner el pan en la mesa de los más pobres, ni en crear sistemas más justos que les permitan superar su situación, ni siquiera se preocupan por dignificar su estilo de vida. Los sistemas pseudos democráticos tiene problemas más importantes: una corrupción que desangra las arcas nacionales y deja poco dinero para actuar, inflaciones desbordantes que consume los esfuerzos del país o simplemente, el aumento de indicadores económicos en sacrificio de los sociales.
Y mientras tanto, hay niños que se van a la cama sin nada que comer, aunque esta frase se haya convertido en un cliché, es valioso que nos sentemos un momento y pensemos en el día en que más hambre o sed hemos tenido y multipliquemos esa sensación por 10 y luego por 100 y luego por 1000. Estoy segura de que después de hacer el ejercicio pensaremos dos veces en tirar lo que sobra en el plato del almuerzo.

domingo, 12 de octubre de 2008

Crisis, crisis, crisis

Esta ha sido la palabra que ha dominado las noticias en las últimas dos semanas, desde que wallstreet empezó a dar indicios de caída, la capital bursátil del mundo ha mantenido esta tendencia a la baja.
Recientemente leí un artículo de Michael Moore, relatando sus opiniones sobre el famoso plan de rescate que impulsó la administración Bush y que ya ha sido aprobado por ambas cámaras estadounidenses. Comentaba Moore muy acertadamente que, si se iba a utilizar el dinero de los norteamericanos para salvar de la quiebra a entidades privadas, los ciudadanos pasarían a ser accionistas de esas instituciones. Si tomamos en cuenta los fundamentos del mundo capitalista -que ironía que sea precisamente este país y precisamente un gobierno republicano, defensores del libre comercio y enemigos del intervencionismo estatal- el hecho de que u gobierno, con el dinero de su gente pase aser accionista de una empresa, significa que esa empresa es del estado y por ende, de quienes lo conforman.
Esta por demás decirlo, esto no va a suceder. Una vez más, el Bush y todo su gabinete demuestran hipocresía en sus acciones y sus palabras. El plan de rescate significa mucho más que una inyección de capital para una estabilización de los mercados, sino una defensa de intereses empresariales personales.
Si realmente se trata de estabilizar la economía, reestrablecer la confianza de los inversiones y permitir, a fin de cuentas que el norteamerica vaya al supermercado y pueda adquirir todo lo necesario para alimentar a su familia -y de paso que el latino pueda hacerlo también-, entonces se aplicaría la teoría Moore, estas entidades son ahora del pueblo. Ustedes creen esto viable?